26/06/2017
San Darío del Andén
Darío y Maximiliano Kosteki participaron en la marcha piquetera del 26 de junio de 2002, cuando fueron exterminados en el marco de una gran represión con decenas de heridos de bala y cientos de detenidos. La militancia, la capacidad organizativa -dejó en marcha varios emprendimientos productivos- y luego su sacrificio, convirtieron a Darío en un símbolo político y en estampa popular, como ejemplo de dignidad y lealtad. Una biblioteca, una calle y la misma estación de tren llevan los nombres de los jóvenes. Hay murales, camisetas, máscaras y pancartas con sus rostros. Algunas personas, como lo ejemplifica el retrato de Mabel, lo convirtieron en objeto de su devoción, poniendo su fe en él y levantando sucesivos altares en plena estación ferroviaria donde cada 26 es día de ofrenda y oración.
Darío Santillán era un referente en el barrio La Fe de Monte Chingolo. El MTD de Lanus era en ese momento de efervescencia social, un lugar de visita muy concurrido por los extranjeros militantes y los activistas altermundialistas. Darío era uno de los encargados en ocuparse de ir a buscarlos y cuidarlos para que no les pase nada con todas sus cámaras por las calles del barrio. Siempre predispuesto y muy atento, habíamos pensado en regalarle esta foto, sacada de arriba de un micro antes de ir a un corte de ruta, para agradecerle la atención. La primer copia que salió del laboratorio blanco y negro el mismo día de su asesinato está hoy en poder de Alberto Santillán, su padre.
Mabel es Hare Krishna. El 26 de Junio prendió la televisión, vio la imagen de Darío muerto y pensó: mataron a mi ángel protector de sueños. Pocos días después construyó el altar en la estación y dijo «aquí está San Darío del Andén, patrono de los piqueteros».
El sueño piquetero. Plano de una construcción en una de las paredes del comedor del MTP, Movimiento de trabajadores Piqueteros de Escobar.
Alberto es enfermero en una sala de terapia intensiva. Como padre de Darío, se puso al frente de las movilizaciones para reclamar justicia. Ahora construye su casa con los bloques que fabricaba su hijo.
Corte de ruta en el puente viejo del Puente Pueyrredon, febrero del 2002
Jony forma parte de una generación que después del 26 de Junio del 2002 entendió que se podía hacer otra cosa en la vida. Trabaja en un comedor popular, hace música, termina sus estudios secundaríos y suele decir que es 100% piquetero.
Carlos trabaja en una herrería comunitaria. Su último recuerdo de Darío es del viaje en el tren que los llevaba a la movilización. Como los dos tenían carácter fuerte, cada tanto discutían y pasaban días sin hablarse. Luego se reconciliaban con un abrazo.
Enero autonomo en Roca Negra, el centro de actividades del MTD de Lanus.Enero del 2003.
En cada homenaje a Darío y Maxi hay una trastienda: el aguante. Es la gente que acampa debajo del Puente Pueyrredón y cocina para el resto de los manifestantes
Corte de Ruta en el Puente Pueyrredon el 26 de noviembre 2002. Después de manifestarse en la estación Avellaneda, Los piqueteros tratan de llevar su reclamo de justicia por la muerte de Darío y Maxi hasta la Casa Rosada. Son detenidos varias horas en el Puente Pueyrredón antes de poder pasar y llegar a la ciudad.
Hay pequeños rituales privados en cada uno de los que mantienen la memoria. Entre los que cuidan la seguridad durante la movilización, un hombre conserva el mismo parche con la imagen de Darío que usó en el primer homenaje.
Piquete en la autopista Buenos Aires – La Plata. Los cortes de ruta de los movimientos de desocupados sufrían a veces violentos intentos de desestabilización. Ese día un automovilista intenta forzar el piquete atravesando las barricadas a alta velocidad después de mostrar un arma en la primera línea del piquete. Pocos días antes, Javier Barrionuevo había muerto en el Jaguel en circunstancias parecidas.
Leo es el hermano de Darío. Tenía 19 años cuando lo mataron. Tiempo después, reabrió la fábrica comunitaria de ladrillos que Darío había fundado. Hace poco tuvo un hijo y lo bautizó con el nombre de su hermano mayor.
«Queremos que vivas mejor». El cartel publicitario de una aseguradora será utilizado por los piqueteros para el corte de ruta. Los piquetes son mal vistos por la población, Los desocupados, sin embargo, no tienen otra manera de hacerse escuchar.
Marcial es músico. La mayoría del tiempo da talleres en los barrios donde trabaja su movimiento de desocupados. El 26 de Junio del 2002 fue uno de los 33 heridos con balas de plomo. A él le dieron en la pierna. «Sentí una ola de muerte que venía de aquel lado, donde estaba la policía».
Desalojo del Padelai, en Buenos Aires, barrio de San Telmo. Marcial, músico del Movimiento de Trabajadores Desocupados, aminora la marcha para que las mujeres y los niños se puedan dispersar.
Florencia dibujó la última escena de Darío vivo: cuidando a su compañero caído y con la mano extendida para frenar a los policias. Los 26 de cada mes, va a la estación Avellaneda -rebautizada Darío y Maxi por los manifestantes- para recordarlo.
Pablo era compañero de Darío. Todos los días andaban juntos. Después de la Masacre de Puente Puerredón, Pablo ayudó a escribir un libro colectivo que cuenta la historia del movimiento y la represión. El título es Darío y Maxi, la Dignidad Piquetera.
Diego es artista plástico. Es uno de los fundadores de la Cátedra Es-Cultura Popular, que organiza las acciones artísticas cada 26.
El MTD, Movimiento de Trabajadores Desocupados, es el más cercano a la ideología Zapatista. Hay una confrontación directa con el Estado para la obtención de planes y recursos para sus emprendimientos productivos pero no participan políticamente a través de un partido sino organizaciones de base horizontales.
Manifestantes juegan con un teléfono encontrado en el borde de la ruta. El diálogo imaginario con el comisario sirve de burla pero también de arenga para aguantar el bloqueo, un corte difícil en la autopista Buenos Aires – La Plata, febrero del 2002
Figura alegórica del ex presidente Duhalde, responsable político de la masacre.
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*Sub es una cooperativa de fotógrafos nacida en Buenos Aires a fines del 2004. El proyecto está integrado por siete miembros. En Buenos Aires: Gisela Volá, Nicolás Pousthomis, Gabriela Mitidieri, Gerónimo Molina, Martín Barzilai, Verónica Borsani. En Madrid: Olmo Calvo Rodríguez.
www.sub.coop
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