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Revista Haroldo

Diálogo con el pasado y el presente

20/12/2021

A 110 años del nacimiento de Nelly Omar

Vine a este mundo a cantar

Un 20 de diciembre, pero de 2013 falleció Nelly Omar, nuestra cantora de tangos que había nacido en 1911. Su talento la llevó a triunfar frente al público, a forjar una especial amistad con Eva Duarte y a exiliarse luego de 1955 por haber apoyado abiertamente al peronismo. Volvió a cantar luego de 17 años, y sin plata para comprar ropa, eligió usar un poncho. Así se presentó hasta en el último Luna Park que llenó el día que cumplió 100 años.

Agradecemos el valioso aporte de la Directora Teresa Saporiti por permitirnos acceder a su documental “Nelly Omar, Cantora Nacional”.

A principios de 2011, apenas unos meses antes de que Nelly Omar cumpliera 100 años, fui convocada para participar de la miniserie “Memorias de una muchacha peronista” (de Robino y Quiroga). El personaje que debía interpretar era el de Nelly Omar. En la escena yo cantaba “Barrio Pobre” en una audición radial, y la protagonista -una chica atrevida, empática y corajuda- defendía frente a un compañero de trabajo las ideas políticas, el talento y la valentía de nuestra artista. Para mí fue una hermosa experiencia y un orgullo poder sentirme por un rato Nelly Omar, porque cuando pensamos en Nelly Omar y su particular derrotero, nos encontramos de frente con una versión casi heroica del deseo.

Desde su nacimiento, hay palabras y eventos que configuran y guían la novela de su vida. Hasta su popularidad es diferente, muchxs no la conocen, pero fue la única cantora de tangos que llenó varios Luna Park cuando ya promediaba su vida, una larga vida que pasó los 100 años.

Nació en Bonifacio, un pueblito de la provincia de Buenos Aires, y a los seis meses de su llegada, según el relato de Nelly, su familia gana “la grande”. Su padre, el genovés Marcos Vattuone compra mil hectáreas y se mudan a Guaminí. Las estancias que albergan a nuestra cantora en su primera infancia son La Victoria y La Atrevida, a estas palabras me refiero cuando pienso en símbolos de su historia.

Nelly Omar. Foto: Gentileza Teresa María Saporiti

Nacida como Nilda Elvira Vattuone, cambia su nombre con su hermana Nélida con quien funda un dúo de folclore, que alcanza reconocimiento y perdura por cuatro años. Luego Nelly decide seguir sola su carrera y reemplaza su apellido Vattuone por Omar. En el emotivo documental de Teresa Saporiti – sobrina nieta de Nelly -“Nelly Omar, Cantora Nacional”, el padre de la directora menciona el por qué del apellido Omar: “es en honor al poeta persa Omar Khayyám”.

Omar Khayyám, sigue el viejo adagio del Diván-Al-Hamasa: “Sea la poesía tu sola pasión / y las pasiones te dicten tu poesía”.

A los once años, y luego de la muerte de su padre, Nelly y su familia se mudan a Buenos Aires, según sus propias palabras los abogados estafan a los Vattuone y pierden todo. Allí comienza el sacrificio de la niña que trabaja en una fábrica de medias para ayudar a su mamá. De ida y vuelta de la jornada de trabajo, volvía a su memoria, aquella escena en la que su padre le niega a Nelly niña subir a un avión en Guaminí, un bautismo aéreo que no pudo ser. La pequeña le insistió a su padre que quería volar, y él que no, que ahora no.

Su hermano Domingo la anota para que cante en un Festival en el Cine Argos del Barrio de Colegiales, ella se sorprende, “¡pero si yo no canto! En ese Festival asombró al público y al organizador que la contrató por tres días y hasta le pagó 180 pesos.

Nelly Omar. Foto: Gentileza Teresa María Saporiti

Pero sus ansias de volar estaban intactas, la negativa de su padre asociada a la despedida que impuso la muerte, le había dado a ese afán un impulso mayor. Esa necesidad de concretar el sueño de subir a un avión estaba siempre presente, mientras tanto la música se transformaba en un camino irrenunciable.

Entre el 30 y el 35 Gardel era el Norte de artistas y público. Es quien crea la imagen de cantor nacional, es decir el que interpreta repertorio campero y ciudadano, algo que definirá de manera contundente a Nelly Omar. La revista Caras y Caretas impulsa un concurso entre las voces radiales del momento y Nelly asciende semana a semana hasta alcanzar el primer puesto. Es cuando llega a Radio Belgrano que conoce a Homero Manzi.

El amor que no arrasa no es amor.
¿Brinda acaso un tizón el calor de una hoguera?
Día y noche, toda su vida entera,
el verdadero amante se consume
entre el dolor y el placer [1]

El romance de Homero y Nelly fue sin dudas un Tango, o muchos, lo que queda es la valiosa inspiración del poeta atizada por esa disputa que parece haber vivido entre “lo que se debía hacer”- respetar a su esposa y a su hijo y no abandonarles - y lo que su corazón le imploraba. En cuanto a Nelly, cada vez que habló de Homero, se refirió a las obras que escribió inspirándose en ella, y en el amor que él sentía. “Fuimos”, “Después”, “Torrente”, “Su carta no llegó”, y el favorito de Nelly “Solamente ella”.

Ella vino una tarde y era triste
fantasma de silencio y de canción,
llegaba desde un mundo que no existe.
Vacío de esperanza el corazón.
Era nube, sin rumbo ni destino,
tenía la ternura del adiós.
Mi paso la siguió por cien caminos
y un día mi fatiga la alcanzó.

Ella,
piel de sombra, voz ausente.
Ella, en mis brazos se durmió.
Juntos, sin saberlo torpemente,
aprendimos duramente
las verdades del amor.
Ella, floreció bajo la luna.
Ella, renació para mi afán.
Juntos, sin angustias, sin reproche,
sin pasado, noche a noche,
aprendimos a soñar.

Sus palabras que estaban ateridas.
Entonces se encendieron de emoción.
Con fuego de mi amor volvió a la vida,
la que era sólo el eco de un adiós.
Ella vino a mi mano en el invierno,
vacío de esperanza el corazón.
Hoy vive entre mis sueños y es eterno
su sueño de mujer y de canción.

Solamente ella (H. Manzi – Lucio Demare)

Nelly Omar. Fuente: https://www.cultura.gob.ar

Aunque Nelly siempre dijo que el idilio con Homero se dio por la insistencia del poeta, también admite que para saber si realmente él iba a separarse y a apostar por su amor, se presentó ante el abogado de Manzi y lo increpó: “¿Se va a separar? ¿sí o no?” El abogado le confesó que no. Fue entonces que la ventana de Nelly, esa del tango “Sur”, se abrió y se cerró tantas veces ante los leves golpes que Homero daba para que ella le permitiera ver sus ojos bellos y expresivos.

…Y mi amor y tu ventana… todo ha muerto ya lo sé.

Nelly lamentó profundamente la muerte prematura de ese hombre que fue fundamental en su vida, y recordó, elogiando siempre su talento, que Homero soñaba con filmar la vida de Jorge Newbery, de Hipólito Yrigoyen y de Rubén Darío.

¿Qué haré hoy? ¿Iré a la taberna o a sentarme en algún jardín, bajo
la sombra de un árbol. ¿Me inclinaré sobre un viejo libro? Un pájaro
cruza el espacio, ¿a dónde irá? Ya lo he perdido de vista.
Embriaguez de un pájaro en el azul tórrido! [2]

El ansia de volar la lleva a encontrar el modo de conocer a Carola Lorenzini, la aviadora oriunda de Alejandro Korn que en 1935 batió el récord sudamericano femenino de altura, llegando a 5381 m, en un avión Ae C-3 de cabina cerrada. La aviación Militar Argentina la reconoció con medalla de oro. Nelly narra la alegría y el placer de sentir la adrenalina y el aire frío en la cara, y supo que quería hacer eso por siempre.

En alguna práctica de 1940 los instructores le preguntan si no conocía a una muchacha que también estaba practicando, era una actriz de radioteatro que Nelly describe paradita, y con una melena, muy bonita… “mucho gusto, soy Eva Duarte”. Y allí nace una amistad sellada con un pacto que férreamente Nelly cumplió hasta el último día: lo que Eva y yo nos contábamos, sería un secreto para siempre.

Nelly Omar. Foto: Gentileza Teresa María Saporiti

El 15 de enero de 1944 San Juan –y el país– sufrían la tragedia natural más grande de la historia argentina. El terremoto de 7,4 grados en la escala Richter dejó como saldo 100 mil personas sin techo, 10 mil muertxs, y más de mil niños y niñas huérfanxs. Nelly estuvo junto a su amiga colaborando para recibir donaciones, y fue testigo clave del encuentro entre Eva y Juan Domingo Perón. “Ese día se fueron juntos y nunca más se separaron”.

La amistad de estas muchachas perduró hasta el final de la vida de Evita. Un día Eva la encara a solas “¿por qué estás tan flaca”? Será porque no trabajo, le contestó Nelly. Eva admiraba genuinamente a Nelly, y entonces le abrió algunas puertas para que el público pudiera conocerla masivamente y disfrutar de su talento de manera sostenida. Así llegó a grabar “Ese pueblo” y “La descamisada”, dos obras de profunda adhesión al peronismo de las que Nelly se sintió siempre orgullosa porque “Yo soy peronista de Evita y de Perón”.

En 1944 accede a grabar un disco, y quien le da la oportunidad es Francisco Canaro, quien asumía que incluir voces femeninas en las orquestas hacía la diferencia. En los años ‘40 las guitarras acompañando a los cantores son reemplazadas por las orquestas típicas. Todas estas formaciones tenían voces masculinas. Pero Canaro admiraba las voces como la de Nelly y la de Ada Falcón. En esa edición grabó “Desde el alma”, “Canción desesperada”, “Sentimiento gaucho” “La canción de Buenos Aires” “Rosa de otoño” entre otros.

Ya en los 50’ vuelve a grabar pero nuevamente la formación es con guitarra y la celebración se da con el gran Roberto Grela.

En 1955 ocurre la revolución fusiladora como llamaba Nelly al golpe cívico - militar que derroca a Perón y que sólo tres meses antes había intentado cobrarse la vida del presidente. En el bombardeo mueren más de 300 civiles. El peronismo está proscripto y lxs artistas que le apoyaban también, Nelly se queda sin trabajo, se exilia y su voz calla para su público Argentino por diecisiete años.

El ayer ya dispuso del hoy la suerte triste,
y el silencio y el triunfo y el dolor del mañana:
¡Bebe! pues que no sabes cuándo y porqué viniste
e ignoras porqué y dónde predestinado fuiste [3]

Nelly Omar sufre la pena del silencio, y del hambre, pero no le gustaba pedir, su orgullo se lo impedía, o tal vez el temor a que le dijeran no. “Yo solo me arrodillé ante Dios”.

Nelly Omar se despidió repasando su repertorio cuando cumplía 100 años con un estadio Luna Park repleto, 2011. Foto: Gentileza Teresa María Saporiti

En el contexto del derrocamiento de Perón, el historiador Juan Jara, se refiere a la decadencia del tango y responsabiliza a los golpistas de 1955 que lo asociaron con el peronismo, y trataron por todos los medios de lograr su olvido con algo que sólo correspondía a un lejano pasado.

Así lo explica Jara: “La maniobra era muy sencilla: asociar al tango –una de las expresiones populares más elaboradas y avanzadas del mundo- con la imagen de una Argentina añeja y ya perimida, al tiempo que a sus seguidores se los rotulaba como un público de envejecidos atado a mitologías pasadas de moda y cerrado a las innovaciones y a los supuestos aires de renovación que se vivían en el país”.

Luego de vivir en Venezuela y Uruguay, Nelly Omar regresa a Argentina gracias a la iniciativa de quienes abren un local de música que se llamó El rincón de los artistas, tímidamente la gente empieza a acercarse para volver a escucharla, y noche a noche las filas se hacen cada vez más largas. En los 70’ vuelve a grabar y hace varios LP con Grela y Canet, y ya con más de noventa años, graba el disco “La Criolla” con producción de Gustavo Santaolalla.

Y vendrían los Luna Park de 2005, 2009, y finalmente el del 11 de Noviembre de 2011 donde celebra sus 100 años.

Volar y cantar es para los pájaros, también la libertad, así como reza ese verso de “Malena”.

Tal vez allá en la infancia su voz de alondra 
tomó ese tono oscuro de callejón…

Nelly Omar fue esa cara y cruz, la alondra y la voz, la mujer con afán de pájaro, la mujer que decidió su destino cuando su madre le dijo “usted nació para eso m’hija, nació para cantar”.

Gabriela Elena

Licenciada en Actuación del Departamento de Artes Dramáticas de la UNA (Universidad Nacional de las Artes de Buenos Aires). Es música, cantante, autora y compositora. Escribe guiones de TV, y trabaja en el área de Estudios de memoria y Proyectos Culturales del C.C de la Memoria Haroldo Conti.

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Notas

[1] Omar Khayyam – Persia 1040 – 1121?

[2] Idem

[3] Idem

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